Trepas por mi pensamiento
como hiedra salvaje
que todo lo invade.
Tu ausencia me acompaña como las madres
acompañan a sus hijos al colegio,
solícita, atenta, voluntariosa.
Tu evocación provoca que aparezcan
retales de tu alma a cada paso,
llenando mi mundo de tu esencia.
Bailas en mi mente absorta,
que olvida las cosas importantes
y recuerda detalles diminutos.
Oigo tu voz, me llama,
yo te llamo con mi corazón
pleno de añoranza.
Espero,
pues no doblegaré
mi voluntad de hallarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario