viernes, 6 de septiembre de 2013

Claro de luna





Me ceñiré el pañuelo
que tanto te gusta
cuando juntos paseemos
por las ruinas de septiembre .

Tú reirás 
como ríes siempre,
feliz cachorro de león
hambriento de luz.

Yo cantaré,
porque solo cantando
se abren las rocas a tu paso
y brotan manantiales.

Bailaremos danzas caprichosas
movidas por espíritus silvestres
en honor del amor,
llama que abrasa nuestras vidas.

Y gozaremos
de la furia y paz de nuestros cuerpos
en el centro del templo de los faunos,
con la luna como único testigo.


Imagen  Deux femmes dans une clairiere  de Louis Dericks

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