Ardiente y delirante
Spasión desenfrenada,
deseo arrebatado
por tu ausencia reincidente.
No soy dueña de mis días,
te entregué lo más preciado,
voluntad, anhelos, decisiones
que obnubilan mi presente.
Como puedo abstenerme,
practicar la continencia
y no sentir nunca mas
el placer de gozarte.
Vivir de recuerdos magnificados.
Tu, yo y el mundo queda a parte,
recorriendo cada centímetro,
en la frontera de la locura.
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